La Triumph Bonneville se reinventa con ‘El Matador 2.0’ de Analog Motorcycles

Tony Prust, el creador de esta maravilla, nos cuenta que hace unos años construyó una Triumph Bonneville bobber del ‘…

En el mundo de las transformaciones de motos, cada detalle cuenta y es por ello que los constructores profesionales invierten sangre, sudor y lágrimas en cada proyecto. Hoy os presentamos una espectacular creación de Analog Motorcycles: “El Matador 2.0”.

La historia detrás de “El Matador 2.0”

Tony Prust, el creador de esta maravilla, nos cuenta que hace unos años construyó una Triumph Bonneville bobber del ’72 a la que llamó “El Matador”, y que fue muy bien recibida por el público. Cuando Rebel Yell Bourbon le pidió que construyera una moto personalizada para ellos, Tony decidió que era el momento perfecto para crear una nueva versión de “El Matador” desde cero.

El proceso de construcción

El objetivo de Tony era simple: construir una versión mejorada de una moto que ya consideraba casi perfecta. Encontró una Bonneville del 2005 en buen estado, con algunas mejoras aftermarket, pero su intención era despojarla hasta dejarla en su esencia, por lo que esto no suponía un problema. Decidió apostar por un tema de metal crudo y negro con detalles en latón. Además, quería que la moto tuviera un rendimiento y manejo superiores a los de serie, y mucho mejores que su rígida ’72.

Entre las modificaciones realizadas, Tony cambió las suspensiones delanteras por un conjunto de triples y horquillas GSX-R, utilizó llantas de 17″ con radios personalizados de Buchanans, instaló amortiguadores G3-S personalizados de Race Tech y utilizó numerosos accesorios de British Customs, como el guardacadena, el cubreembrague, las almohadillas para las rodillas del depósito y un sistema de escape “Drag Pipe”. También incorporó elementos de Motogadget, como el velocímetro Tiny Speedster y el M-unit para organizar la electrónica.

Una vez terminado el ensamblaje, el tanque, el asiento y las placas laterales fueron pintados con franjas y detalles dorados, similares al diseño original de El Matador. Como toque final, se añadió el logotipo de Rebel Yell y el número 10 a la moto.

El resultado

La construcción de “El Matador 2.0” no estuvo exenta de dificultades, pero Tony está más que satisfecho con el resultado. La moto no solo luce espectacular, sino que también ofrece un rendimiento y manejo mejorados, lo que la convierte en una auténtica obra maestra sobre ruedas. En definitiva, “El Matador 2.0” es un claro ejemplo de cómo el trabajo duro y la dedicación pueden dar lugar a creaciones únicas y sorprendentes.

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